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lunes, 9 de mayo de 2016

Sedentarismo cognitivo; Mantener la mente ocupada reduce la perdida de memoria

Un estilo de vida cognitivamente activo es favorable para la salud en la tercera edad: “Esto confirma que el efecto de la actividad cognitiva está por encima de todo factor asociado con una patología”.

Autor(es): Genevra Pittman
EnlaceNeurology, online



  •  Desarrollo


NUEVA YORK (Reuters Health) – Quienes dedican mucho tiempo a la lectura, la escritura u otras formas de procesar nueva información perderían la memoria y otras habilidades cognitivas más lentamente con la edad.

Un equipo halló que mantenerse “cognitivamente activo” en la juventud y la madurez está asociado con un mejor rendimiento en las pruebas de memoria a los 80 años.
Esto se comprobó también a través de las autopsias de los cerebros de los participantes que murieron y al tener en cuenta los cambios que indican la aparición de trastornos cognitivos, como el Alzheimer temprano.
“Existe una controversia sobre por qué un estilo de vida cognitivamente activo está asociado con (un menor riesgo de) deterioro cognitivo”, dijo el autor principal, Robert Wilson, del Centro Médico de la Rush University, en Chicago.
“Una teoría es que el sedentarismo cognitivo es una consecuencia de una enfermedad subyacente y no un factor de riesgo”, agregó.
Pero Wilson indicó que el estudio sugiere que la explicación no sería que los cerebros más enfermos serían menos activos en la tercera edad.
Con su equipo, desde 1997, le preguntó a más de 1.600 adultos mayores con qué frecuencia iban a una biblioteca, escribían cartas y buscaban información cuando eran niños, adultos y adultos mayores. Luego, les evaluaron la memoria y la función cognitiva anualmente para conocer su evolución.
Los nuevos resultados pertenecen a 294 de esos participantes que murieron cuando tenían alrededor de 89 años, a los que se les realizó una autopsia de cerebro para identificar cambios cognitivos.
Cada uno había realizado unos seis test cognitivos durante el estudio; 102 habían desarrollado demencia y 51 tenían un deterioro cognitivo leve.
Las habilidades cognitivas y la memoria se deterioraron un 48 por ciento más rápido en aquellos con poca actividad cognitiva y un 32 por ciento más lento en los más activos cognitivamente.
Además, la pérdida de función cognitiva se aceleró un 42 por ciento en quienes rara vez leían y escribían en la niñez y la juventud, y se retrasó un 32 por ciento en los participantes muy activos cognitivamente.
“Esto confirma que el efecto de la actividad cognitiva está por encima de todo factor asociado con una patología”, dijo Charles Hall, de la Escuela de Medicina Albert Einstein, en Nueva York.
“Durante mucho tiempo pensamos que la actividad cognitiva no produciría ningún daño y hasta sería positiva, y esto lo confirma”, agregó.
El estudio, publicado en la revista Neurology, no prueba que estar mentalmente activos proteja del deterioro cognitivo. Pero Wilson consideró que los resultados se “acercan a eso”.
“Un estilo de vida cognitivamente activo es bueno para la salud cerebral en la tercera edad”, sostuvo y recomendó optar por actividades estimulantes y desafiantes que se puedan sostener durante el envejecimiento.

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