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miércoles, 17 de septiembre de 2014

Como liderar en departamentos de Emergencias I

Conociendo nuestro interior, capacitación y nuestra responsabilidad: Todos tenemos claros que el liderazgo es importante, más aún en tiempos de crisis, y por muchísimos motivos.


Autor(es): Dr. Rafael Perez Garcia





  •  Desarrollo

Todos tenemos claros que el liderazgo es importante, más aún en tiempos de crisis, y por muchísimos motivos. El desafío de lidiar con situaciones tan inestructuradas, posiblemente caóticas, multicomponentes  y variables como pudiesen ser las emergencias y más aún los desastres, es enorme.  Todos los que no logran encontrar caminos claros, acciones concretas, los que titubean, los que se ven sobrepasados, etc… se pueden beneficiar de alguien que ejerza un rol de líder. Tener personas que guíen, orienten, encaminen y orienten en estas situaciones es fundamental y desafiante a la vez.
Si bien existen miles de autores y modelos al respecto, uno de los modelos más actuales y sugeridos por la literatura actual para liderar en crisis es el del liderazgo resiliente.
Desglosemos este término…
Liderazgo: El único hecho objetivo del liderazgo es el hecho que algunos eligen seguirlo. El liderazgo finalmente se ve en la habilidad de influenciar a otros hacia una dirección, objetivo, meta o  acción específica. Para que el liderazgo sea efectivo, los líderes deben guiar y dirigir. Pero también deben crear las condiciones para crear el “deseo de seguir” en la gente que va a ser liderada. En un análisis final, el status de liderazgo es conferido por aquellos que siguen.
Resiliente: La resiliencia humana es la habilidad de adaptarse y/o reponerse positivamente de adversidad significativa y el estrés que ésta genera.
Por lo tanto, “liderazgo resiliente” es un grupo de cualidades de liderazgo que ayuda a otros a adaptarse o “reponerse” de la adversidad. El liderazgo resiliente es el coraje de actuar, la voluntad de asumir la responsabilidad  por las decisiones, independiente del resultado que estas hayan tenido, la habilidad para generar confianza y fidelidad a través de patrones de comportamiento consistentes y con integridad. Desde este punto de vista, guiar a otros en tiempos de grandes cambios y adversidad es facilitar su resiliencia a través del liderazgo.
El líder resiliente debe ser visionario, reconociendo el peligro inherente a la adversidad. Y al mismo tiempo, debe tener la confianza suficiente para encabezar y liderar la respuesta sin la arrogancia que puede convertir la oportunidad en desastre. La gente afectada por crisis busca un líder competente y benevolente. Y los líderes resilientes parecen ejercer gran parte de su efectividad al aliarse con los miedos de, y a su vez generando esperanza en, quienes los siguen.
Las tareas de un líder resiliente serán:
  1. Construir confianza y devoción en otros mediante la honestidad y el honor. Esto se traduce básicamente en mostrar integridad personal al resto del equipo, o personas a las que uno va a guiar, apoyar, la integridad no es solo lo que es bueno para ti, si no también lo que es bueno para los otros. Además no es solo un proceso de decisión situación a situación, es una manera consistente de vivir. Es ser coherente y consecuente con las propias palabras y acciones
A un nivel psicológico fundamental, la integridad apunta indirecta la satisfacción de la más básica de las necesidades humanas – la supervivencia. La integridad inspira confianza. La confianza fomenta la sensación de seguridad. La gente va a seguir, apoyar y responder a aquellos que los hagan sentir seguros y que incremente su posibilidad de supervivencia. Para que la honestidad y la integridad sean más efectivas, deben ser comunicadas.  Comunicar significa obtener y compartir información, y la información ES LA BASE DE LA CONFIANZA en la que descansa el liderazgo.
Solo los líderes de la más alta integridad asumirán responsabilidad por los planes que no resulten en éxito o triunfo.  Solo ellos serán capaces de asumirla, mirar por sobre la derrota, reponerse y focalizarse en el próximo objetivo para enfrentar la crisis.
  1. Actuar con fortaleza y determinación.
Todo líder resiliente deber tener por certeza: Las acciones valientes deben basarse en una “mente fría”, con una evaluación realista de la situación, con una visualización honesta del alcance potencial de las consecuencias, con el apoyo de la opinión técnica disponible y la habilidad de resistirse a la toma de decisiones impulsiva.
Sin embargo, el famoso estratega militar Sun Tzu escribió sobre el liderazgo en crisis en el 500 a.c:
Sé decidido.  La vacilación socaba la fuerza de cualquier ejército
Si una acción es necesaria, hazla rápido. Actúa con determinación, nadie se beneficia del conflicto prolongado o un liderazgo ambivalente.
Como liderar y delegar
El aspecto más importante cuando se asume el reto de liderar un equipo de trabajo, yo pienso que es el trato con los subordinados, puesto  que la conducta de las personas no es predecible. Cuando asumimos el liderazgo de un equipo encontraremos la mayor parte de las ocasiones tres tipos de actitudes hacia nosotros: 


1.- Un grupo de trabajadores nos mostrarán su apoyo incondicional.
2.- Un grupo pequeño se nos opondrá abiertamente.
3.- Otros que harán únicamente lo necesario para mantenerse en el puesto. 

Lo mas idóneo es que el estilo de liderazgo que utilicemos genere un clima laboral positivo  con personas que apoyen e innoven a favor de la compañía, con esto se podrá lograr que la mayoría de nuestros subordinados se ubiquen en el grupo de las personas que nos muestran su apoyo y que poco a poco se vaya disolviendo el grupo de los que se nos oponen abiertamente.

Desde mi perspectiva, desde un inicio, debemos actuar tal como solemos hacerlo habitualmente, no es recomendable asumir poses o gestos que no nos representan, es necesario que transmitamos una imagen real, prácticamente no finja ser otra persona que no es. Las poses son descubiertas más rápido de lo que imaginamos y esto ocasionará que las personas difícilmente confíen en nosotros cuando comuniquemos una orden o demos alguna indicación.
Para empezar a delegar debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:
1. Debemos tener los conocimientos necesarios, no podemos delegar funciones o actividades de temas o aspectos que no comprendemos en su totalidad, es importante estar muy bien informado y actualizado.
2. Debemos desarrollar una comunicación cien por ciento efectiva, el principio de una comunicación exitosa lo constituye el saber escuchar y analizar lo que nos transmiten, ya que esto nos ayudará a darnos cuenta que no necesariamente todas las iniciativas deben partir de nosotros, debido a que los demás miembros del equipo también pueden aportar ideas valiosas. Tampoco debemos olvidar que para obtener una comunicación plena, deben emplearse los mismos códigos y el mismo lenguaje.
3. Toda orden o disposición debe tener un objetivo, una meta, hay que aclarar que el cumplimiento de esa orden reviste importancia y que el no hacerla adecuadamente traerá consecuencias negativas para la organización.
El desarrollo de conflictos es uno de los mayores dolores de cabeza de los jefes que aun no cuentan con experiencia en temas de dirección, sin embargo no es sano considerar que todos los conflictos son nocivos, ya que generalmente después de un conflicto el equipo logra arribar a soluciones o iniciativas muy valiosas. Dependerá de la pericia del jefe que el conflicto proporcione resultados positivos o que en caso contrario cause grietas al interior del equipo. Un buen jefe debe dejar que el conflicto fluya, pero también debe saber cuándo es necesario intervenir.

Otro aspecto fundamental es asumir desde un inicio que estamos trabajando con personas que como ya hemos comentado necesitan ser escuchadas, que requieren de recursos e infraestructura para poder efectuar sus labores. Asimismo necesitan de motivación, conocer cuál es el objetivo de la organización y sentirse adecuadamente recompensados.
Todos estos aspectos forman parte de la gestión del talento humano en una empresa, por lo que es recomendable trabajar siempre con el apoyo permanente de la dirección o gerencia de recursos humanos en pos de mantener un clima laboral adecuado.

Si luego de aplicar estas medidas aun hay miembros del equipo que no nos muestran su apoyo, es recomendable tomar al toro por los cuernos y preguntar a la persona por el origen de su actitud ya que la solución puede ser fácil.
En caso no consigamos resultados positivos con todos los miembros de su equipo, no hay que frustrarnos ya que muchas veces nos encontramos con personas cuya actitud no encaja en la organización, por lo que en ese momento será necesario tomar otro tipo de decisiones por el bienestar del equipo.

Considero que si seguimos estos consejos, contaremos muy pronto con un equipo conformado por personas que nos mostrarán su apoyo lo cual se traducirá en mayores iniciativas, mayor empeño y dedicación al momento de efectuar las tareas encomendadas.
Conclusiones
-Todos los escenarios de crisis se pueden beneficiar de un liderazgo que ayude a reponerse al resto de la adversidad
- La integridad es uno de los atributos más importantes del líder, sin embargo de poco sirve si no se comunica, formalmente, pero también de manera percibida
El Carro de paro del departamento de Emergencias  

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