Nuevo implante flexible para la lesión medular
Ciencia: Una nueva prótesis elástica permite estimular durante meses la médula espinal cuando está dañada, lo que favorece la recuperación del movimiento que se pierde en las extremidades.
Autor(es): Minev IR, Musienko P, Hirsch A, Barraud Q, Wenger N, Moraud EM, et al.
Enlace: Science 2015
Ciencia: Una nueva prótesis elástica permite estimular durante meses la médula espinal cuando está dañada, lo que favorece la recuperación del movimiento que se pierde en las extremidades.
Autor(es): Minev IR, Musienko P, Hirsch A, Barraud Q, Wenger N, Moraud EM, et al.
Enlace: Science 2015
Una nueva prótesis elástica permite estimular durante meses la médula espinal cuando está dañada, lo que favorece la recuperación del movimiento que se pierde en las extremidades. El prototipo se ha probado con éxito en ratones, que han vuelto a caminar después de una lesión medular, pero está previsto aplicarlo en personas con el mismo problema o en aquellas que padecen enfermedades neurodegenerativas
Este dispositivo flexible y elástico, que se puede implantar en la médula espinal para estimularla, eléctrica y químicamente, sin causar fricción ni daño tisular, se ha bautizado como ‘duramadre electrónica’ (e-Dura). Cuando este implante se ha insertado en la médula de ratas paralíticas, los roedores han conseguido volver a caminar después de un periodo de entrenamiento. Los investigadores han confirmado que transcurridos dos meses no se detecta ningún rechazo, y calculan que el dispositivo podría funcionar hasta casi 10 años en un paciente humano.
Según los autores, el implante puede permanecer durante mucho tiempo en la médula espinal o la corteza cerebral porque tiene las mismas propiedades mecánicas que la duramadre, y esto abre nuevas posibilidades terapéuticas para los pacientes que han sufrido traumatismos o trastornos neurológicos.
Este dispositivo flexible y elástico, que se puede implantar en la médula espinal para estimularla, eléctrica y químicamente, sin causar fricción ni daño tisular, se ha bautizado como ‘duramadre electrónica’ (e-Dura). Cuando este implante se ha insertado en la médula de ratas paralíticas, los roedores han conseguido volver a caminar después de un periodo de entrenamiento. Los investigadores han confirmado que transcurridos dos meses no se detecta ningún rechazo, y calculan que el dispositivo podría funcionar hasta casi 10 años en un paciente humano.
Según los autores, el implante puede permanecer durante mucho tiempo en la médula espinal o la corteza cerebral porque tiene las mismas propiedades mecánicas que la duramadre, y esto abre nuevas posibilidades terapéuticas para los pacientes que han sufrido traumatismos o trastornos neurológicos.
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