NUEVA YORK (Reuters Health) – Un estudio sobre 2.168 mujeres de Suecia y Dinamarca revela que la radioterapia, que puede curar un cáncer de mama, también puede elevar el riesgo de tener un infarto o de padecer enfermedad coronaria.
El riesgo “comienza a los pocos años de la exposición y se mantiene durante por lo menos 20 años”, escriben los autores en New England Journal of Medicine. Pero aumenta proporcionalmente con la dosis de radiación que recibe el corazón.
Estos resultados generarán controversia porque el cáncer mamario es muy común (hay unos 3 millones de sobrevivientes en Estados Unidos) y porque existen técnicas más nuevas que protegen al corazón.
“Ahora, los médicos pueden estimar el riesgo y saber que en la mayoría de los casos será tan bajo que pueden tranquilizar a sus pacientes”, dijo la autora principal, doctora Sarah Darby, de University of Oxford.
“Los resultados del estudio no deberían asustar a las mujeres ni impedir que reciban la radioterapia. Es un procedimiento que salva la vida”, agregó.
La doctora Penny Anderson, radiooncóloga del Centro de Oncología Fox Chase, Filadelfia, sostuvo que el estudio no modificará significativamente la práctica clínica porque la dosis que recibe hoy el corazón es mucho más baja que cuando las participantes recibieron el tratamiento.
“Esto no debería alarmar a la población”, agregó. Con las técnicas disponibles de imágenes y planificación, “el corazón queda expuesto a una dosis mínima de radiación, si es que la recibe. Es menos del 1 por ciento y habría sido mucho más hace 10 años”.
A las participantes del estudio se les había diagnosticado el cáncer entre 1958 y el 2001, y todas recibieron radioterapia. Durante el seguimiento, 963 sufrieron complicaciones cardíacas graves, como un infarto, una cirugía para eliminar una obstrucción arterial o muerte por enfermedad isquémica.
El equipo las comparó con las 1.205 participantes sin complicaciones cardíacas y observó que el riesgo de padecer una complicación coronaria grave crecía proporcionalmente con la dosis de radiación recibida. Por cada unidad de radiación o Gy, el riesgo aumentaba 7,4 puntos porcentuales.
En el estudio, la dosis promedio era de 4,9 Gy, lo que elevaría el riesgo cardíaco un 36 por ciento. Hoy, la dosis promedio varía entre 1 y 5 Gy.
En las mujeres más expuestas (a 15,8 Gy), el riesgo cardíaco aumentó un 116 por ciento o algo más que el doble del valor normal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario